Lo mejor de la poesía son los amigos que nos da Raul Gustavo Aguirre
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Poemas en Castellano es un blog que intenta recopilar lo mejor de la poesÃa castellana
Frases
âEscribid con amor, con corazón, lo que os alcance, lo que os antoje. Que eso será bueno en el fondo, aunque la forma sea incorrecta; será apasionado, aunque a veces sea inexacto; agradará al lector, aunque rabie Garcilaso; no se parecerá a lo de nadie; pero; bueno o malo, será vuestro, nadie os lo disputará; entonces habrá prosa, habrá poesÃa, habrá defectos, habrá belleza.â
Domingo F. Sarmiento
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Jose Angel Buesa -Elegía para mí y para tí-
Sunday, April 02, 2006
Elegía para mí y para tí Jose Angel Buesa (Cuba, 1910-1982)
Yo seguiré soñando mientras pasa la vida, y tú te irás borrando lentamente de mi sueño. Un año y otro año caerán como hojas secas de las ramas del árbol milenario del tiempo, y tu sonrisa, llena de claridad de aurora, se alejará en la sombra creciente del recuerdo. Yo seguiré soñando mientras pasa la vida, y quizá, poco a poco, dejaré de hacer versos, bajo el vulgar agobio de la rutina diaria, de las desilusiones y los aburrimientos. Tú, que nunca soñaste mas que cosas posibles, dejarás, poco a poco, de mirarte al espejo. Acaso nos veremos un día, casualmente, al cruzar una calle, y nos saludaremos. Yo pensaré quizá: " Qué linda es todavía." Tú quizá pensarás: " Se está poniendo viejo " Tú irás sola, o con otro. Yo iré solo o con otra. o tú irás con un hijo que debiera ser nuestro. Y seguirá muriendo la vida, año tras año, igual que un río oscuro que corre hacia el silencio. Un amigo, algún día, me dirá que te ha visto, o una canción de entonces me traerá tu recuerdo. Y en estas noches tristes de quietud y de estrellas, pensaré en ti un instante, pero cada vez menos.... Y pasará la vida. Yo seguiré soñando; pero ya no habrá un nombre de mujer en mi sueño. Yo ya te habré olvidado definitivamente y sobre mis rodillas retozarán mis nietos. (Y quizá, para entonces, al cruzar una calle, nos vimos frente a frente, ya sin reconocernos.) Y una tarde de sol me cubrirán de tierra, las manos para siempre cruzadas sobre el pecho. Tú, con los ojos tristes y los cabellos blancos, te pasarás las horas bostezando y tejiendo. Y cada primavera renacerán las rosa, aunque ya tú estés vieja, y aunque yo me haya muerto.