Poemas en Castellano





Lo mejor de la poesía son los amigos que nos da

Raul Gustavo Aguirre

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Poemas en Castellano es un blog que intenta recopilar lo mejor de la poesía castellana
Frases
“Escribid con amor, con corazón, lo que os alcance, lo que os antoje. Que eso será bueno en el fondo, aunque la forma sea incorrecta; será apasionado, aunque a veces sea inexacto; agradará al lector, aunque rabie Garcilaso; no se parecerá a lo de nadie; pero; bueno o malo, será vuestro, nadie os lo disputará; entonces habrá prosa, habrá poesía, habrá defectos, habrá belleza.”

Domingo F. Sarmiento

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Olga Orozco -Esfinges suelen ser-
Friday, December 03, 2004
Esfinges suelen ser
Olga Orozco (Argentina, 1920-1999)


Una mano, dos manos. Nada más.
Todavía me duelen las manos que me faltan,
esas que se quedaron adheridas a la barca fantasma que me trajo
y sacuden la costa con golpes de tambor,
con puñados de arena contra el agua de migraciones y nostalgias.
Son manos transparentes que deslizan el mundo debajo de mis pies,
que vienen y se van.
Pero estas que prolongan mi espesa anatomía
más allá de cualquier posible hoguera,
un poco más acá de cualquier imposible paraíso,
no son manos que sirvan para entreabrir las sombras,
para quitar los velos y volver a cerrar.
Yo no entiendo estas manos.
Sí, demasiado próximas,
demasiado distantes,
ajenas como mi propio vuelo acorralado adentro de otra piel,
como el insomnio de alguien que huye inalcanzable por mis dedos.
A veces las encuentro casi a punto de ocultarme de mí
o de apostar el resto en favor de otro cuerpo,
de otro falso plumaje que conspira con la noche y el sol.
Me inquietan estas manos que juegan al misterio y al azar.
Cambian mis alimentos por regueros de hormigas,
buscan una sortija en el desierto,
transforman la inocencia en un cuchillo,
perseveran absortas como valvas en la malicia y el error.
Cuando las miro pliegan y despliegan abanicos furtivos,
una visión errante que se pierde entre plumas, entre alas de saqueo,
mientras ellas se siguen, se persiguen,
crecen hasta cubrir la inmensidad o reducen a polvo el cuenco de mis días.
Son como dos esfinges que tejen mi condena con la mitad del crimen,
con la mitad de la misericordia.
¡Y esa expresión de peces atrapados,
de pájaros ansiosos,de impasibles harpías con que asisten a su propio ritual!
Esta es la ceremonia del contagio y la peste hasta la idolatría.
Una caricia basta para multiplicar esas semillas negras que propagan la lepra,
esas fosforescencias que propagan la seda y el ardor,
esos hilos errantes que propagan el naufragio y la sed.
¡Y esa brasa incesante que deslizan de la una a la otracomo un secreto al rojo,
como una llama que quema demasiado!
Me pregunto, me digo qué trampa están urdiendo desde mi porvenir estas dos manos.
Y sin embargo son las mismas manos.
Nada más que dos manos extrañamente iguales a dos manos en su oficio de manos,
desde el principio hasta el final.
posted by Alfil @ 9:16 AM  
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